JOSÉ NEIRA VIDAL, PRESIDENTE DEL CENTRO GALLEGO DE BUENOS AIRES


Amigo de Castelao y del pintor Luis Seoane, Presidente del Centro Gallego de Buenos Aires (1938-1941), abogado, letrado de la Municipalidad de Buenos Aires, secretario de la Agrupación Artística Gallega, presidente de la primera comisión de fiestas de la Casa de Galicia, secretario de Hogar Gallego, presidente fundador del Club Deportivo Español, presidente del Club de regatas Hispano-Argentino y presidente de la Asociación de Hijos del Partido de Lalín.

José Neira Vidal

José Neira Vidal, foto procedente del archivo familiar/AVN

La historia argentina está llena de centenares de nombres de origen gallego. Uno de estos fue José Neira Vidal, un lalinense, un gallego, un español que, a pesar de haber llegado en la adolescencia a la República Argentina y quererla entrañablemente, porque en ella completó su desarrollo en lo físico y en lo cultural, cimentó su economía y formó un hogar,  mantuvo siempre encendida en su corazón la lámpara votiva de su amor sin límite a su inolvidable Lalín, a Galicia y a España, trabajando incansablemente durante casi 60 años en su favor en la medida de sus fuerzas. Se dio con toda intensidad y afecto a la colectividad gallega. José Neira Vidal fue en su época la  persona más importante de la colectividad gallega en Argentina, cuando allí vivían 500.000 gallegos.

José Neira Vidal

José Neira Vidal, foto procedente del archivo familiar/AVN

El Sr. Neira Vidal, nació en Lalín, el 7 de mayo de 1895, era hijo único de  Nemesio Neira Arean y Aurea Vidal Salgado, abuelos paternos: José Neira González y María Arean Fernández; abuelos maternos Andrés Vidal González y Adelaida Salgado Vázquez y por parte materna, biznieto de D. Luis Salgado Frade, procurador de número de la Jurisdicción de Deza y de Ramona Vazquez Villar, vecinos de Donramiro; acompañando a sus padres, emigró a la Argentina en 1907, embarcando en el puerto de Vigo para iniciar una nueva vida.  A su llegada ingresó en la escuela primaria del Colegio General Güemes, en el 5º grado, situado en la calle Chile. Estudió después el bachillerato y más tarde Procuración, obteniendo el título con la primera promoción compuesta de 24 alumnos de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Buenos Aires. Se casó con Joaquina Martínez, también española de Cartagena, de cuya unión nacieron dos hijos, José Carlos e Ilda Delia Neira Martínez.

En el año 1914, para poder pagarse los estudios universitarios, ingresó como funcionario en Correos y Telégrafos de la Nación Argentina, de cuyo personal formó parte hasta 1929, trabajando simultáneamente como secretario de un abogado. Fue presidente a los veintitrés años de la Asamblea de Empleados de Correos y Telégrafos, realizada en la Agrupación Artística Gallega. Durante la Dirección del Dr. Arturo Goyeneche, fue presidente del Primer Congreso Postal del Mutualismo Argentino, realizado en el demolido salón del Orfeón Español de la calle Piedras, al que concurrieron delegados de toda la Republica Argentina.

En 1928, con el apoyo del Dr. Adrián Fernández Castro, Presidente del Honorable Consejo Deliberante de la Ciudad de Buenos Aires, fue designado por el Intendente Dr. Cantilo, Apoderado General de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, cargo que desempeñó hasta 1946, fecha en que renunció para acogerse a la jubilación. Simultáneamente, con el cargo municipal, que le permitía el libre ejercicio de su profesión, atendió su despacho de abogado, en colaboración con su hijo el Dr. José Carlos Neira. Desde 1946 hasta 1968 fue dueño, en sociedad con un pariente lalinense, de una fábrica textil, cuyas cuotas de capital y edificio cedió a su exsocio en el último año citado, para retirarse de las actividades comerciales. También hizo, alguna incursión en la construcción inmobiliaria.

Todas estas actividades no impidieron al Sr. Neira Vidal prestarle atención constante a distintas asociaciones civiles, especialmente gallegas, demostrando con ello su gran espíritu galleguista, patriótico y de  solidaridad humana. Comenzó a los 17 años a actuar como secretario de la sociedad de Arzúa o Mellid (no está claro), desempeñando posteriormente el cargo de secretario de la “Agrupación Artística Gallega”, que desapareció al fusionarse con la “Agrupación Coral A Terra” y otras para dar lugar al nacimiento en 1920, de la extinguida casa “Casa de Galicia”, con sede en la calle Moreno 1932, de cuya Comisión de Fiestas fue su primer presidente. Debido a las profundas divergencias surgidas en esta última entidad, que culminaron con su desaparición, se constituyó el “Hogar Gallego”, también desaparecido y del cual fue asimismo secretario.

Edificio del Centro Gallego de Buenos Aires/www.elcorreogallego.es

En 1928, se fundó el “Club Deportivo Español”, con sede en la calle Perú, en el edificio de la familia Barolo, en cuya cancha de tenis cubierta, era la única existente en el país, instala un gimnasio y alquila el terreno de Manuela Pedraza y Cramer para campo de Deportes. Este club ganó campeonatos de lucha greco-romana y alguno de boxeo, entrenándose en él,  Luis Rayo, famoso boxeador español. Este club lo tuvo como secretario y presidente de la Comisión de Deportes. En el año 1929, una de las más importantes entidades deportivas de la colectividad española, el “Club de Regatas Hispano Argentino”, con sede deportiva en la ciudad de Tigre, en la provincia de Buenos Aires, lo eligió su presidente, cargo que desempeñó hasta la terminación del mandato.

Pero su corazón y sus simpatías en lo societario estaban en la colectividad gallega y, de ésta, en el Mutualismo, dedicándose  de lleno a los cargos con que lo honraron sus paisanos en la misma época en que se dedicaba a lo deportivo en el Hispano y en el Deportivo Español y que fueron los cargos de secretario y presidente, durante once años, de la “Asociación Hijos del Partido de Lalín” y secretario, durante cinco años,  del “Centro Gallego”. Tuvo su primera actuación en el Centro Gallego, al que pertenecía desde su juventud, como escrutador en una asamblea, apenas cumplidos los 18 años, necesarios según el estatuto para desempeñar el cargo. En 1927, ingresa en la dirección del Centro Gallego, nombrándole sus compañeros para el cargo de Secretario, que desempeñó en tres presidencias: las de los Sres. Alonsopérez, Antonio Boo y José Villamarín, durante los años 1927 a 1932, inclusive.

Durante estos años se proyecta y construye el Panteón Social en el cementerio de Chacarita y se planea la construcción de la primera etapa del Edificio Social del Centro Gallego, colocándose la primera piedra con la asistencia del Exmo. Sr. Presidente de la República Argentina, General Justo. El Sr. Neira Vidal pronunció un discurso en este acto.

El espíritu cultivado del Sr. Neira Vidal, lo impulsó a prestarle atención preferente a todo lo relacionado con la cultura gallega, en pañales aun en el Centro Gallego, centrada exclusivamente su preocupación por el mutualismo, por su organización y desarrollo y carente de fondos para la acción cultural. No obstante la obra realizada fue monumental, habida cuenta de la época, siendo casi toda ella iniciativa y realización del secretario Neira Vidal. A grandes rasgos, citamos algo de lo realizado: Se crea una Sección Gallega en la naciente biblioteca. Se inaugura en el Salón Amigos del Arte, de la calle Florida, en combinación con el “Centro Gallego de Montevideo”, una exposición de arte gallego, enviando obras los más destacados artistas de Galicia. Se edita por el Centro Gallego un Compendio de la Historia de Galicia, de Murguía, en homenaje al mismo y con motivo de su nacimiento. En 1932, con la colaboración del consocio Sr. Francisco Vidal, la del administrador del Teatro, Sr. Cirilo Grassi Díaz y la influencia del Dr. Adrián Fernández Castro, se consigue el Teatro Colón para realizar la fiesta de Santiago Apóstol, que nunca había sido concedido a ninguna colectividad extranjera, salvo a la francesa para festejar la toma de la Bastilla. Se instrumentó para este festival el Himno Gallego que se cantó en el escenario con trajes típicos gallegos. Se organizó la Biblioteca Social, se la dotó de muebles adecuados, se encuadernaron todos los libros existentes, se adquirieron cuantos libros gallegos o relacionados con Galicia se habían editado. Colaboró en ello el banquero de la Coruña y socio honorario del Centro Gallego, don Ricardo Rodríguez Pastor.

José Neira, en julio de 1941,  escribió una carta al sabio D. Ramón María Aller para que le enviase sus libros para darlos a conocer a sus vecinos argentinos. Recogemos algunas frases de su carta que demuestran el amor por su tierra natal: «Nunca tuve la felicidad de volver a mi patria y sabe Dios si, dadas las horrorosas circunstancias mundiales, volveré a verla. Mi amor por España, por Galicia y por Lalín, así como por sus cosas y hombres, fue acrecentándose, sin que haya podido amenguarlo la prolongada ausencia de mi tierra ni el ambiente cordial y acogedor de la Argentina», … «Siempre estuve en estrecho contacto con mis paisanos y trabajé intensamente para destacar el buen nombre de España, de Galicia y de Lalín, así como de sus valores raciales, dándole a esta labor mi entusiasmo» , sigue escribiendo: «Ha llegado a mi conocimiento por diversos conductos la importancia de su personalidad científica e intelectual y estoy orgulloso de que el modesto pueblo de mi nacimiento haya tenido la suerte de producir hombre tan eminente como es usted. Quiero que ese legítimo orgullo lo sientan todos mis paisanos, para lo cual es necesario que conozcan y hagan conocer su obra para prestigio de Galicia y de Lalín»

En la compra de los libros intervino como asesora la Academia Gallega y se invirtió la suma de 3000 pesos, excesivamente grande para las exangües finanzas de la modesta entidad. En aquella época no había partida en el presupuesto anual para Cultura. Era necesario luchar a brazo partido en las sesiones de la Junta Directiva para lograr una modesta asignación y enfrentarse a veces a la incomprensión.

Una de las tareas realizadas por el Sr. Neira Vidal durante su secretariado y que él consideraba de las más eficaces para elevar el prestigio de los gallegos en la Argentina, y destruir el concepto de inferioridad que albergaban las mentes poco ilustradas y desconocedoras de las virtudes de la estirpe gallega y del alto nivel intelectual de la numerosa clase culta gallega, consistió en lograr que los más prestigiosos órganos periodísticos argentinos hiciesen publicaciones difusoras de los valores morales, culturales, materiales, etc. de Galicia y de sus hijos.

No descansó en esta tarea y recorrió a este efecto todas las salas de espera de las redacciones de los periódicos, soportó largas antesalas y se valió de todas sus relaciones pero, logró que “La Prensa”, “La Nación”, “Fray Mocho”, “El Hogar”, “Caras y Caretas”, etc. hiciesen publicaciones elogiosas para los gallegos y que algunos, como los dos colosos del periodismo argentino, publicasen, mas de una vez, páginas enteras en huecograbado sobre el Centro Gallego. Esto contribuyó en grado sumo a elevar el prestigio de los gallegos y a destruir en gran parte la leyenda negra de su inferioridad.

También en 1932, se realiza uno de los actos más trascendentales: la reforma del Estatuto Social, democratizándolo auténticamente. Se adaptan las elecciones al mismo sistema de las elecciones nacionales: padrón electoral, cuarto oscuro, voto secreto, urna receptora de votos, fiscales, designación de representantes y se pone punto final a la suspicacia infundada de fraude. En esta reforma aparece por primera vez en el Estatuto Social del Centro Gallego, para prestigiarlo y honrar a quienes la insertaron, la palabra “cultura”, (en el art. 2º, inc. 2), que dice así: “a subvencionar la cultura gallega, y por todos los medios posibles promoverla entre propios y extraños”.

Como miembro de la Comisión de Cultura presentó a don Salvador de Madariaga en una conferencia que éste dio en el Teatro Politeama de la ciudad de Buenos Aires, la que tuvo excepcional resonancia. Consigue asimismo que el Centro Gallego en 1947 instituya un premio anual para alumnos del Colegio Nacional Buenos Aires, relacionado con la cultura gallega, consistente en una medalla de oro y una suma de dinero. La primera vez que se otorgó, fue ganador el hijo del Sr. Neira Vidal, José Carlos Neira y se lo entregó en el Aula Magna el Sr. Ministro de Instrucción Pública, ante los demás alumnos y los padres de estos.

A título personal, sin intervención del Centro Gallego, logra que la Intendencia Municipal de la Ciudad de Buenos Aires, a cuyo frente se hallaba el Coronel Caccia, designe a la entonces llamada calle Vírgenes con el nombre de “Galicia”, que ostenta actualmente.

A la Sociedad Hijos del Partido de Lalín, dedicó durante toda su vida sus desvelos y entusiasmo. Ocupó, con la misma satisfacción, el más encumbrado o el más modesto de los cargos, logró para ella la Personería Jurídica, reformó en su presidencia la casa de la calle Moreno 1949, dotándola del Salón de Fiestas. Organizó por encargo de la Intersocietaria, quien lo designó Presidente Honorario de la Comisión, el homenaje al insigne sabio lalinense, el Reverendo Padre Ramón María Aller Ulloa, astrónomo y matemático de fama mundial.

También por encargo de los de Lalín, organizó lo que fue quizá el festival más galleguista realizado en la Argentina, en el año 1932, en el Teatro Cervantes, que hacía poco que se había inaugurado y que era una joya. El Sr. Neira Vidal, consiguió que su íntimo amigo, el gran autor gallego, don Nicolás de las LLanderas, autor de “Así es la Vida”, “Los Tres Berretines” y tantas otras glorias de la escena argentina, escribiese, desinteresadamente, para ser representada una solo noche, una obra teatral a darse en aquel magnifico Teatro. De las Llanderas la escribió, la puso en escena, la dirigió, buscó los artistas (algunos gallegos que actuaban como criollos en la escena nacional) y proyectó los decorados. La obra, totalmente en gallego, fue denominada “O Pote D`as Morriñas”. Tuvo un éxito clamoroso. Las localidades se agotaron dos semanas antes. Actuaron entre otros, José Vales, Antonio Vela y Morgade, grandes tenores; José Rodríguez de Vicente, Gumersindo Vázquez (O paroleiro), Emilio Estévez, Bamio, gran actor gallego de la escena argentina. Se organizó una gran orquesta. Además produjo, un gran beneficio económico.

En 1942, la Dra. Alicia Santaella Murias, presentó en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Buenos Aires, su tesis doctoral “Rosalía de Castro. Vida-Poética y Ambiente”. El Sr. Neira Vidal, logró que la Asociación Hijos del Partido de Lalín le costease desinteresadamente la edición y que el Centro Gallego la pusiese bajo sus auspicios.

Los consocios lalinenses del Sr. Neira Vidal, le concedieron títulos honoríficos en virtud de los cuales fue: Presidente Honorario de Hijos del Partido de Lalín; Socio honorario de las Sociedades de Silleda, Carbia y Rodeiro. Además lo honraron con igual título el Centro Pontevedrés y la Agrupación Breogán.

La actuación pública del Sr. Neira Vidal culminó con su elección en 1938,  como Presidente del Centro Gallego, representando la candidatura republicano-galleguista, cargo que desempeñó hasta el año 1941. Durante la misma se construyó la segunda etapa del Edificio del Centro Gallego, que se inauguró solemnemente en 1941, con la presencia de la más alta representación argentina, el Excmo. Sr. Vicepresidente de la Nación, Dr. Castillo y representantes del gobierno y de las organizaciones oficiales del poder público; hablaron el Dr. Gómez Palmés, Subsecretario de Justicia e Instrucción Pública y D. José Neira Vidal presidente del Centro Gallego. Durante su mandato se organizó una colecta entre los asociados para arbitrar los fondos necesarios destinados a la construcción de la tercera etapa, la que tuvo el mayor de los éxitos y se inició con un gran acto en Luna Park. La demora en proseguir la obra y el advenimiento de la gran inflación que sufrió el país, impidieron la realización inmediata de esta  tercera etapa.

De su brillante presidencia, hay que destacar un hecho importante, relacionado con la difusión del acervo musical y coral gallegos. Durante su presidencia se realizaron festivales matutinos, en conmemoración del 25 de Julio, en las salas de los cines “Ópera” y “Gran Rex” de la Capital argentina, durante los cuales actuaron orquestas y coros cuyas interpretaciones se transmitieron a todo el mundo para dar a conocer a pueblos de lejanas latitudes, los valores artísticos autóctonos gallegos, totalmente desconocidos. El vehículo utilizado fue la Unión Telefónica, la que transmitía a la Transradio y ésta, a su vez, a los hemisferios Norte y Sur, cubriéndose así toda el área terrestre. Fue una tarea realmente admirable, en la que colaboraron, entre otros, el gran maestro Juan José Castro, una de las figuras fundamentales de la música argentina y su colega el compositor Francisco Balaguer.

Fue amigo del pintor Luis Seoane,  al que nombró director de la Revista del Centro Gallego, de Jiménez de Asúa y de Castelao al que invitaba frecuentemente a su casa. En el año 1940, fue el encargado de acogerlo cariñosamente en las horas del exilio argentino, pronunciando un apasionado  y elocuente  discurso, en el que le dio la bienvenida en nombre de todos los gallegos de Argentina; recordando que es uno de los más altos valores de Galicia, desde aquellos días en que matando a don Alfonso Rodríguez nació Castelao, que surgió majestuoso. Los gallegos son Castelao, intérprete fiel y leal de Galicia. Contestó Castelao hablando en gallego, recordando que el homenaje era para todas las grandes figuras de Galicia que estaban representadas en él; luego hizo un recorrido por la historia de Galicia, recordando lo que pudo ser y no fue por los errores cometidos por nuestros abuelos. Según Castelao, Galicia siempre vivió “asoballada” y sus hijos tuvieron que recorrer los caminos del mundo en busca de pan y libertad. (discursos que transcribo a continuación).

Terminada su presidencia en el Centro Gallego,  tuvo después escasa actuación porque aplicó el aforismo “del gobierno a casa”, no obstante lo cual y por obra de penosa circunstancia imprevista ocupó la presidencia del Consejo de Apelación del Centro Gallego, durante seis años, del cual formó parte en su carácter de expresidente y de decano.

Siempre llevó  a Galicia y a Lalín en su corazón y este cariño a su tierra, lo puso de manifiesto en una entrevista que le hizo El pueblo gallego, el 1-5-1941, en la cual manifestaba su emocionado recuerdo a lo gallego, a su patria,  a su pueblo: “No he realizado ningún viaje a España, pero tengo una imagen clara de la Galicia actual a través de mis lecturas y de las conversaciones con mis paisanos. Estoy tan presente en la vida gallega que ahora mismo soy capaz de hacer un plano de Lalín. Quiero ver una Galicia prospera, culta. Quiero verla industrializada, con todos sus recursos económicos puestos en marcha». 

P.D.: Gracias a Carmen Villaraviz, a través de la cual me ha llegado la información sobre  mi pariente el Sr. Neira Vidal, con quien mi abuelo mantuvo una abundante relación epistolar, enviada por su nieto D. CARLOS MARCELO NEIRA, que vive actualmente en Argentina.

DISCURSO  QUE EL SR. JOSÉ NEIRA VIDAL, PRESIDENTE DEL CENTRO GALLEGO, PRONUNCIÓ CON MOTIVO DEL HOMENAJE A CASTELAO PARA CELEBRAR  SU LLEGADA  AL EXILIO ARGENTINO

Señores: Señoras:

Nunca he lamentado tan vivamente, tan hondamente mi falta de elocuencia, como en esta oportunidad, que es excepcional en la historia de nuestra vida colectiva. Oportunidad excepcional, puesto que estamos reunidos en torno de Castelao que es tanto como decir: en torno de la figura más representativa de lo auténticamente gallego; del arte y de las letras de Galicia en la hora actual. Y oportunidad excepcional, porque jamás se dio otra, en la cual, la colectividad gallega de Buenos Aires, se viese integrada tan plenamente como en este acto, en el que convergen, con el Centro Gallego, no menos de ciento cincuenta sociedades gallegas, para expresar la admiración y la simpatía que los gallegos, individual y colectivamente, y por encima de toda bandería, sentimos por nuestro eminente Castelao. ¡Cómo, pues, no he de lamentar mi escasa elocuencia, que me impide interpretar adecuadamente todo cuanto para nosotros significa y representa Alfonso Rodríguez Castelao, en el orden del arte, en el orden de las letras y en el orden de nuestro acendrado y noble galleguismo; y que me impide, también, ser fiel intérprete, ser el vocero claro, justo y perfecto del sentir y del pensar de la colectividad gallega, que en este acto se manifiesta, quizá por vez primera, apretadamente unida y milagrosamente coincidente en un mismo afán patriótico, cual es: el de rendir caluroso y sincero homenaje a quien tanto y tanto trabajó por Galicia, a quien tanto y tanto prestigió a Galicia con su arte excelso, con su pluma brillante y con su conducta ejemplar, no sólo dentro del perímetro hispano, sino también en los ámbitos universales!.

Bien debemos agradecer a nuestro querido y admirado Castelao, este acontecimiento singular y milagroso: el de haber motivado, por sola gravitación de su nombre prestigioso, esta magnífica reunión en la cual están representadas, puede decirse, todas las sociedades gallegas de Buenos Aires, acontecimiento que halaga, satisface y estimula extraordinariamente, pues en él palpitan potentes y fecundos gérmenes promisores de las grandes, provechosas y nobles obras que podemos realizar los gallegos, ya sea a favor de este maravilloso país argentino en justa correspondencia a su generosa acogida, como también en pro de nuestra hermosa, magnífica y adorada Galicia.

Vaya, pues, mi saludo fervoroso y fraternal, en nombre del Centro Gallego, para todas las sociedades hermanas que nos hicieron llegar su adhesión y que están aquí representadas; y vaya, también, mi saludo especialísimo y, si cabe, más fervoroso, a los distinguidos argentinos que han venido a honrarnos con su compañía en esta fiesta de emoción y sentido familiar, pues que con ella celebramos la llegada a nuestro seno del dilecto hermano Castelao.

Señores:

Los creadores del Centro Gallego han fijado en su Estatuto, estatuto que está refrendado por el Superior Gobierno de la Nación Argentina, una obligación que deben cumplir fielmente las autoridades de la Institución, obligación que consiste en: honrar a los hombres gallegos que en la región o fuera de ella se hayan distinguido de una manera evidente en su servicio.  Esta es la base sobre la que se apoyó legalmente el acuerdo de la Junta Directiva del Centro Gallego para organizar este homenaje. Pero es que no necesitaba estar escrita en el Estatuto tal obligación, para que los hombres del Centro Gallego y de la colectividad entera, sintiésemos el acuciamiento vivo de exteriorizar nuestros sentimientos admirativos y nuestra devoción a Castelao. Son sus propios méritos, son sus excepcionales condiciones, son su nombradía internacional y la larga y fecunda labor realizada por y para Galicia, por y para el pueblo gallego, lo que ha determinado la espontánea eclosión de entusiasmo que se produjo en el alma de nuestra colectividad al llegar Castelao a estas playas; entusiasmo que se concretó, de manera natural en este homenaje.

Nuestro pueblo, como todo pueblo sano, tiene misteriosas y geniales intuiciones. ¡Que no en vano está escrito en el Libro de los Libros, aquella sentencia: “Vox populi, vox Dei”! El pueblo gallego ya señaló a Castelao como a uno de sus más fieles intérpretes, como a uno de sus más auténticos personeros y como a uno de sus más altos valores, desde aquellos días en que Castelao nació matando a don Alfonso Rodríguez. Eran los días de florida mocedad. Alfonso Rodríguez Castelao rendía plena, obediencia a sus padres, daba satisfacción cumplida al anhelo vehemente de sus padres: terminaba con brillo su carrera en la Facultad de Medicina de la Universidad de Santiago de Compostela y obtenía el título de licenciado en Medicina. Y aún Alfonso Rodríguez llevó más allá su nobleza filial: marchó a Madrid  a seguir los superiores cursos especiales que le permitirían llevar a sus padres, en la bandeja de oro de su amor de buen hijo, el Doctorado en Medicina. Pero, en ese punto y hora, cuando Alfonso Rodríguez Castelao cumplía gallardamente con sus padres, como hijo bien nacido, en ese punto y hora, la potente vocación artística y literaria, que ya se había manifestado de modo irresistible, eclipsó al novel galeno. Con ello, Alfonso Rodríguez quedo muerto y sepultado por Castelao que surgió majestuosamente, yendo, por el etéreo camino de Santiago, a encender en el cielo de Galicia una estrella de fulgor imperecedero. Y fue ya, en ese punto y hora, cuando el pueblo de Galicia tuvo la intuición de su hombre, y lo consagró con el apelativo que había de ser como un símbolo: CASTELAO. Y ello fue, mucho antes de que la crítica hablase, mucho antes de que los expertos y agudos lo descubriesen, mucho antes de que los Maestros y la Academias lo consagrasen. Al pueblo, sencillo e ingenuo, le bastó, para consagrar a Castelao, ver sus primeros dibujos en los cuales se reflejaban, con realidad crudamente humana, los dolores y las angustias, las ansias y las esperanzas de los labriegos y de los marineros gallegos; y de las madres y esposas gallegas que tenían sus hijos y sus hombres en la emigración; y de los niños gallegos, cuyos dramas espirituales tan maravillosamente supo captar y expresar. Al pueblo sencillo e ingenuo, le bastó para encariñarse con Castelao y hacerlo símbolo de la Tierra, oírlo hablar en su propia y auténtica lengua, en el gallego dulce y armonioso en que las “naiciñas” cantaban a sus hijos, en el idioma gallego en el cual se expresan las gentes de Galicia que labran sus tierras y navegan sus mares, en el idioma en que los gallegos se manifiestan no cuando, elucubran con el cerebro sino cuando hacen hablar al corazón.

Luego vino lo demás… Las exposiciones de sus dibujos y cuadros que asombraron a las ciudades. Las ediciones de sus álbunes de dibujos, sobre todo el albúm “NOS” que provocó sensación en los altos centros culturales de Europa y que lo consagró el primer dibujante de España. Sus trabajos literarios y de investigación publicados en revistas como la famosa “Nos” y en los “Arquivos” del Seminario de Estudios Gallegos de Compostela. Y sus libros de cuentos y novelas deliciosamente saturados de su humorismo racial. Y, en fin, como alta y extraordinaria muestra de su labor cultural, debe señalarse su largo, paciente y meritísimo estudio arqueológico, artístico e histórico de las cruces y cruceros de Galicia y de Bretaña en Francia, a donde fue pensionado por la Junta de Ampliación de Estudios de Madrid. Fruto lozano de ese viaje, fue su libro “Cruces de Bretaña” tan altamente estimado por los entendidos.

¿Y a qué pararse a puntualizar que a toda su labor, que a la labor de todo orden que desarrolló y sigue desarrollando, Castelao le dio y le da un alto y profundo sentido galleguista? ¿A qué señalar que en toda su acción, ¡en toda!, puso siempre su gran emoción gallega, su encendida pasión por las virtudes y los derechos del pueblo gallego y por la personalidad histórica de Galicia? ¡A qué señalarlo, si decir Castelao, es decir todo eso: galleguismo, emoción y pasión gallega, virtudes, derechos y personalidad de Galicia! Y todo ello sin detrimento de la natural solidaridad con el resto de España, solidaridad que Castelao afianzó con su leal colaboración al estudio de los altos intereses de España en las esferas de su actuación como representante a Cortes del pueblo gallego.

Y en ello, en el galleguismo de Castelao, en su fervor por todo lo gallego, en su pasión por la tierra gallega, radica el secreto del respeto, de la admiración y del cariño que Castelao infunde a todos los hijos de Galicia, sin distinción de ideologías. Galicia, es el punto de unión de todos los gallegos con Castelao. Castelao interpreta fiel y lealmente a Galicia, Castelao ama apasionadamente a Galicia, Castelao defiende con ardor y valentía a Galicia, en tal forma que de pronto parece como que la figura de Castelao es la propia encarnación de Galicia. De ahí, que todo hijo de Galicia, por sólo la virtud de serlo, se siente unido, por vinculo misterioso, a Castelao y a su obra.

Ocasión propicia es ésta, para expresar un voto que pugna, desde tiempo, por brotar de mi alma: ¡la unión de los gallegos!, ¡la unión de todos los que formamos la colectividad gallega de Buenos Aires para acometer los altos y nobles fines que podemos realizar; y la unión de todos los gallegos del mundo!. Nuestro gran Castelao ya lo anunció en  las emocionadas palabras que dijo al visitar nuestro Centro Gallego: “¡Unión de los gallegos sin odios ni rencores!”. Pues bien, ¡mis fervientes votos por esa unión, en el amor a la Galicia Madre; y mis votos por la pronta convivencia de todos en Galicia, en un ambiente de respeto mutuo y de fraternidad sincera!.

Hago también votos fervientes por la ventura personal de Castelao y por sus triunfos artísticos y literarios en estas tierras hermanas, persistiendo en su magnífica labor interpretativa de las ansias y sentimientos del pueblo gallego.

Mi salutación cálida y cordial en nombre de todos vosotros, a su dignísima esposa: a doña Virginia Pereira de Castelao, prototipo magnífico de la mujer gallega en su plenitud de facetas: como madres, como esposa y como galleguista. Compañera inseparable, tanto en los minutos de alegrías como en los largos meses de duros sufrimientos … Compañera, amiga y consejera. Para ella, núcleo de nuestra devoción y de nuestro respeto, pues ella tiene buena parte en lo que Castelao representa para Galicia.

CASTELAO: eres el Esperado por todos los gallegos de la Argentina. Te esperábamos desde hace mucho tiempo; te esperábamos desde antes de los años tristes y trágicos que nos tocó por mala suerte vivir; te esperábamos como la voz auténtica de Galicia, como el hermano depositario de la tradición familiar, como la voz de la raza, como el fiel intérprete del espíritu del pueblo Gallego. Nuestra dicha es colmada, al tenerte entre nosotros. En nombre de todos los gallegos de la Argentina, Castelao, te saludo y te doy la bienvenida. Y en nombre de todos, como simbólica demostración del cariño de todos, que mi torpe palabra no acertó a expresar, quiero finalizar saludándote con un estrecho abrazo de hermano.

DISCURSO PRONUNCIADO POR  CASTELAO, EL DÍA DE SU HOMENAJE EN BUENOS AIRES

Como los gallegos somos bilingües yo podía hablar en castellano teniendo la seguridad de que todos habrían de comprenderme; pero un idioma es algo más, que un medio de expresión en este momento solo puedo hablar en gallego, porque en ningún otro idioma –por ilustre que fuese- podría comunicaros tan directamente mi emoción. Pero es preciso que pida benevolencia a los amigos que, sin ser gallegos, han venido a compartir con nosotros el pan de esta comida, y yo me sentiría doblemente satisfecho si supiese que mis palabras gallegas iban a resonar con simpatía en su corazón. Y como espero que eso ha de ser así voy a hablaros en la lengua que aprendí de los labios de mi madre.

Amigos y hermanos:

Te reto a que me nombras a recibir este regalo pulgadas Soyo lo que son, el polo-polo y yo hicimos lo que represento; pero me atrevo a recibirlo en nombre de lo que yo quería ser, lo que me gustaría hacer y que quería representar. Regalo para un artista que siempre civil, puso su arte al servicio de las causas populares, e incluso si usted ve derrotado y en el exilio que son capaces de estimar sus sueños como si fueran un esperanza vivo. Y os digo, y así honramos todo lo que esta gran Homax y las grandes figuras de nuestra tierra n-este momento están dentro de mí y estos n-patriótico esta comunión.

Sé que todos, dejamos nuestras diferencias ideológicas en las puertas del Centro Gallego, no sólo mediante la imposición de regulación y respetable y respetado la voluntad de los fundadores que ya sería suficiente Sinon por respeto a esta gran institución que es para todos nosotros, como símbolo solar y común del país que todos los movimientos en forma y duradero como los emigrantes gallegos buenos y ofrendas generosas a la Nación Argentina. Pero también sé que el Centro Gallego de Buenos Aires no se cancela su adesión los derechos patriótico reivendicador movimiento Galicia, cuando decidimos reclamar un estatuto regional, y por lo tanto, me considero autorizado para hablar con galleguista, pero entiende así como galleguista de todo los sectores y partidos, o si quieres como galleguista cualquier sector o cualquiera de las partes.

Desde plazo anteriormente son bastante asistencia en un parto tales doloroso sanguiñento y nuevas concepciones y cualquiera que es el final del drama del mundo no puede durar reubarnos la acción y la sensación de que lo que necesita para crear el futuro. Y los gallegos también tienen derecho a pensar en el futuro de nuestra Tierra.

Declaro que juré nuestra historia, porque el pasado no les permite a más decepciones en la vida sin saber tan siquiera ¿Cuál fue su propósito mejor, y si el pasado el escrutinio y no hacer caso a sus consejos, pero, más bien, a ver cómo esquivado el destino de nuestro país y no volver a incurrir en los errores cometidos por nuestros Abos.

No importa que una bandada de Galicia celta prefirió morir en el monte Medulio la izquierda-pol domar el poder de Roma! Roma se impuso en la India por lo que hoy en día ni conocer el lingoa tansiquera que Pablo habló antes de la invasión romana, e incluso iste América Latina corrompido cuando estoy hablando con costo Galicia tanto oro que debería ser suficiente para decirles a todos nuestros flores toxeiras que son recordados irónico que tenemos el tesoro perdido.

¿Qué debe el hereje Prisciliano fue decapitado en Tréveris y su sangre generosa fue la semilla de la reforma y el pensamiento libre como algunos dicen! Es cierto que Pablo abrazó el cristianismo Prisciliano durante más de cien años y todavía se lo llevó en el alma; pero la mística Conciencia dejó Galicia triunfo pulgadas intransigencia Ibérica y hoy no tan siquiera sabe dónde se encuentran los huesos del mártir venerado en Trier y nadie se atrevió a reclamar su memoria, la memoria de una empinada gallego sacrificado en el ruido de pelea y teológica las políticas de los primeros siglos.

No importa que los suevos en Galicia llegados allí ensayó la primera forma de Estado y constituyen la primera monarquía católica de España! Suabos del federalismo que viene egoístas, incapaces de un patrón ideal que el transcurso del tiempo degeneró en el despotismo traidor asoballaba los anceiros ciudadans de Galicia, para servir, en connivencia con los poderes vergonzosa fuera de nuestro país.

¿Qué importa que la invención del cuerpo del Apóstol San Yago era una estratagema por Carlomagno para afianzar la invasión árabe y que nuestra comunicación con Europa salvó a España de ser un país de África! Las pequeñas mangueras vitales Galicia, en el momento de su estallido groriosa culturales, cuando era la parte superior de la cabeza de Europa, iban a morir como un absceso supurante en los leucocitos que sufrieron España, escoándose podrido en las aguas del Mediterráneo, y los cambios que han dejado produjo la Reconquista Trasman a Galicia en la esquina trasera de la península.

No importa que en formas que iban a Compostela frorecera MEIVA el gran arte de Occidente, creamos cancioeiros insuperables de la poesía lírica y la escritura en nuestra lengua el único rey sabio que no usaron el asiento Hespaña tenía, o el pórtico de gloria es la parte superior de la escultura de Rumania! Por Compostela para ganar el primero de Eclesiastés Hespaña, Xelmírez, arzobispo que llenaba con su nombre enteriro un siglo, la desintegración del territorio gallego MIMO, la creación de los Estados Lusitano y arruinando el potencial de nuestro genio creativo para xunguirnos una empresa extranjera, la lo perdimos todo, incruso primacía eclesiástica de Compostela.

No importa que Inés de Castro reinó en Portugal después de muertos; que su hermano era la reina de Castilla n una noche de soja caliente del verano y que su hermano no merecía desterrado el epitafio: «Aquí yace toda la lealtad de España.» La indecisión amorosa y miserable cueva de Galicia y Castilla Portugal prevounos para navegar los mares nunca navegados para cumplir la misión de los mares creado nuestra pol-Finisterre, que abandonó Portugal retroceso de Galicia tuvo que comprar en nuestro nombre, porque no nos gusta eisistíamos nación.

Lo que importa las luchas que los señores feudales habían mantenido Galicia contra los llamados Reyes Católicos, el apoyo a los Deitos la «gran dama Doña Xohán»! Esos señores no apoyaron más de sus foros y luego se ausentaron de la nativa que se restablezca en el injerto más cortés quemado sus nombres en los troncos de la aristocracia española, siempre y cuando las personas saltee gallego paulinas, la miseria, la esclavitud, e insultos a ahogar una rebelión que había sido tierra desafío a sus amos.

No importa que en el primer siglo de los hombres para incubar y claraboyas sider barrocos Feixóo el precursor del liberalismo en el siglo XIX había mujeres que recibieron y Concepción Arenal, y Rosalía de Castro y los hombres como curr Bran y Pondal! Cuando Galicia desperguizaba un sueño de cuatro siglos y renació cuando nuestro genio creativo perdió el último vestigio de nuestras libertades, esnaquizábase Galicia en cuatro provincias mentiras absurdas por muchos como Poncio y pasó una camisa camisa sucia Isabel perfumado otra Isabel, la creación de una política alleira perder el acento y la venta del alma en Madriles.

No importa que nuestra casta tenía una generosa Pablo Iglesias, el gran español orgaizador el trabajador! El trabajador pidió como papas naturales y carne barata, barato, pescado barato, sin proporcionar una compensación a nuestros agricultores y pescadores, y por lo que los verdaderos trabajadores y campesinos de los marineros gallegos estaban al margen de las reclamaciones o incorporado la lucha de clases proletaria un mimetismo absurdo antramentas que los problemas creados pol-una morfología peculiar y el desarrollo socio-económico de Galicia eran ninguna solución posible dentro de las normas legales o revolucionario.

Lo que importa, en fin, como prueba de nuestra parada universalida en un cielo sel ron de estrellas para indicar la última comunicación con el mundo antiguo y que en el fondo del océano formar un plazo esqueletos ocultos tan dramática trayectoria y nuestra comunicación con el mundo (… ) cuya última grorioso Galicia siempre vivido asoballada (…) los niños más fuerte en el cuerpo y el espíritu tuvo que (…) caminos del mundo en busca de pan, la libertad y la (…).

Pero hay algo que está por encima y hestoria (…) al pasado: la tradición verdadera y auténtica (…) de que la tradición de los llamados tradicionalistas (…) sobre los temas de historia y tiene la intención de resucitar (…), pero que el poder étnico vidas (…) Galicia nacional. Para el pasado (…) tiene una serie de superposición de hechos históricos (…) pasado, se ha asegurado su (…) la tradición es el alma eterna de Galicia (…) nuestros instintos y entrañas granítica (…) y la Eternidad.

Nota: En los dos últimos párrafos faltan algunas palabras que no están en el  texto original.

 Antonio Vidal Neira. Madrid, 08.07.2014

PUBLICADO EN FARO DE VIGO, EL 27-7-2014

2 pensamientos en “JOSÉ NEIRA VIDAL, PRESIDENTE DEL CENTRO GALLEGO DE BUENOS AIRES

  1. Gracias por tanta información sobre este paisano de Lalín. Este Señor le escribió una carta a D. Ramón (precedida de una de presentación del relojero José Vázquez) a D. Ramón María Aller para solicitar el envío de sus artículos y libros para la biblioteca del Centro Gallego en la época en que era Presidente de la misma. Muy buena compilación! felicidades. Cecilia Doporto

    • Cecilia, te agradezco mucho que aprecies tanto mi trabajo, me sirve de estimulo para seguir buscando en el pasado de nuestro pueblo. El Sr. Neira Vidal era mí pariente: primo de mi padre y primo de mi abuelo, por eso lleva mis apellidos pero cambiados. Fue un lalinense que hizo mucho por la cultura gallega en Argentina, como se puede ver en artículo. Me interesaría conseguir la carta que envió a D. Ramón, por el valor sentimental que tiene para mí..

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