Los facciosos defensores del carlismo pertenecían sobre todo al mundo rural, jóvenes, solteros y estudiantes, pequeños propietarios empobrecidos, artesanos arruinados, que veían con recelo las reformas pero también la pequeña nobleza y el clero. Durante la Primera Guerra Carlista ocurrió que muchos facciosos arrepentidos se presentaban al indulto y se volvían a sus quehaceres, aunque algunos cuando la ocasión se lo permitía volvían a unirse a la facción. Se admitía al indulto a todos aquellos que lo solicitaban, con la condición de fijar su residencia en el punto que se les indicase y de presentar una fianza. La fianza era un mecanismo judicial que exigía el aval de un vecino de reconocido prestigio, así como la suma o depósito de los bienes proporcionales a la contribución que pagaba el acusado en su vecindad.
Los Protocolos Notariales de Domingo Antonio Gutiérrez, escribano de S. M. en la jurisdicción de Deza, conservados en el Archivo Histórico Provincial de Pontevedra, contienen las escrituras de fianza carcelaria, que recogen el arrepentimiento de algunos facciosos que se presentan ante el Capitán Comandante de Operaciones del Cantón de Lalín, en las que exponen las razones por las que se han unido a las gavillas rebeldes y arrepentidos piden el indulto, confesando no volver unirse a los facciosos y presentan como fiadores a un vecino de prestigio que responde de que no volverá unirse a las gavillas rebeldes.
En las escrituras de fianza, los acusados de facciosos o estar relacionados con la facción, confiesan que mal aconsejados por personas que no les deseaban el bien, se ausentaron de su familia y de su pueblo para unirse a las gavillas rebeldes que proclamaban a Carlos V y atentaban contra el gobierno de la Reina II. Confiesan que tuvieron la debilidad de acompañar a algunos sujetos facciosos, cuyas máximas no tienden a otra cosa que a cometer delitos y crímenes de alta consideración. Convencidos que esta decisión, de seguir en tal compañía, no les producía ninguna ventaja, toman la determinación de abandonar tan reprobadas compañías y deciden fugarse de las gavillas rebeldes y presentarse voluntariamente al Comandante Militar que en ese momento estaba al frente del Cantón de Lalín, con el ánimo de ser indultados de tales extravíos.
El Comandante informado del caso y teniendo presente su arrepentimiento les concede la libertad carcelaria y el indulto, con la obligación de cumplir una serie de condiciones: en el futuro no deben dar el menor motivo de sospecha en su conducta moral y política; no acompañarán, hablarán, tratarán, relacionarán, ni llevarán correspondencia a las gavillas facciosas; se presentarán ante el Comandante del Cantón de Lalín, todas cuantas veces fuesén requeridos y no se ausentarán de su pueblo durante seis meses, sin expresa licencia del Comandante. Se obligan con sus personas y bienes a cumplir exactamente lo acordado y si hacen lo contrario se les castigara con el rigor de las leyes vigentes y se les juzgará como verdaderos facciosos. De todo ello responde como fiador un familiar, un vecino o una persona de prestigio que se compromete hacer cumplir al indultado lo acordado.
Comandantes isabelinos que impartieron sus órdenes e indultados en el Cantón de Lalín, en el año 1836:
D. Wenceslao Tizón, Comandante de Operaciones del Cantón de Lalín, concedió el indulto a los facciosos arrepentidos: Jacobo y Domingo Cangas, vecinos de la parroquia de San Juan de Saídres. Antonio García, soltero y vecino del lugar o Casa de Ribas en San Pedro de Cumeiro. Ramón Ferreiro, soltero y vecino del lugar das Cruces en San Félix de Besexos. Gabriel Sánchez, vecino de la parroquia de Santiago de Eidián, en la Jurisdicción de Borraxeiros. Juan Diéguez, vecino de la parroquia de Santa María de Sabrexo. Antonio Barcala, vecino de la parroquia de Santa María de Donramiro. Gregorio Varela Valenzuela, vecino del lugar de Abonxo, feligresía de San Andrés de Val. Domingo Blanco, vecino de la parroquia de Santa María de Donramiro, acusado de espía de los facciosos. José Pol, natural y vecino del lugar de Penela en Santa María de Oirós, acusado de haber acompañado al faccioso Silva. Ramón Fernández, vecino del lugar de Casanova, parroquia de Santa María de Oirós. José y Manuel Fernández, padre e hijo, vecinos del lugar y parroquia de San Andrés de Val. Pedro y Campio Martínez, solteros y vecinos de lugar de A Laxe, en San Miguel de Bendoiro, fue su fiador D. Juan Baptista Yrigoien, dueño de la Fabrica del Espiño. Nicolás López, vecino de la parroquia de San Miguel de Bendoiro. Manuel Lorenzo, soltero y vecino de la parroquia de Santa María de Asorey.
D. José Ubiña, Capitán Comandante de la Columna de Operaciones del Cantón de Lalin, concedió el indulto a los facciosos: Simón Fidalgo, vecino de la parroquia de Santiago de Breixa, en Trasdeza, acusado de que su hijo José estaba en las filas facciosas. José Villanueva, vecino del lugar de Campo en San Martin de Negreiros de Trasdeza. Campio Pérez, soltero, vecino del lugar y parroquia de Santa María de Noceda. D. Antonio López Varela, vecino del lugar y parroquia de San Pelagio Niño de Agia, Jurisdicción de Abeancos, arrestado en la feria de A Golada. José García, vecino de San Martín de Humbreiro, Jurisdicción de Torredez, en el partido de Lugo, fue arrestado en la feria de A Golada. José Sánchez, vecino de la parroquia de San Julián de Rodís. Manuel Ulloa, vecino de la parroquia de San Miguel de Goiás, arrestado en el pueblo de la Casa do Vento. Manuel Fernández, soltero y vecino de la parroquia de Santa María de Bermés. Juan Diéguez, labrador, vecino de la parroquia de Santa María de Pescoso, en la Jurisdicción de Camba, fue hecho prisionero porque su hijo José se marchó con los facciosos rebeldes y se le concedió la libertad con la obligación de presentar a su hijo antes de mes y medio. Andrés Riadigos, clérigo de menores y vecino de San Martin de Maceira. José López, vecino de San Martín de Curbián en la Jurisdicción de la Ulloa y residente en la de San Martín de Goiás. Benito García, vecino del lugar de Vilar do Río, parroquia de San Miguel de Bendoiro. Gregorio del Oro, soltero y vecino de la parroquia de San Cristóbal de Borraxeiros, jurisdicción del mismo nombre. D. Cayetano Aroche, Juan Castiñeira, Joaquín Sánchez y María Vázquez, todos vecinos de la parroquia de San Pedro de Meire y Santa María de Basadre, coto del mismo nombre, incluso en la Jurisdicción de Ventosa. D. Andrés Gil, estudiante, vecino de San Juan de Palmou y D. Francisco Abeledo y Pazos, estudiante, de San Martín do Zello. Fernando Gallego, vecino de la parroquia de San Facundo de Busto. Pedro García, casado, vecino de la parroquia de Santa Eulalia de Losón. José Pallares y Juan Martínez, vecinos de la parroquia de Santiago de Eidián, inclusa en la Jurisdicción de Ventosa y Borraxeiros. Juan Mosteiro, vecino de San Juan de Santa Comba, en la jurisdicción de Ventosa. Andrés Campos, vecino del lugar de la parroquia de Santiago de Saa, coto de Dozón. Andrés Rodríguez, soltero y vecino del lugar de A Laxe en San Miguel de Bendoiro. Francisco Lamas, soltero e hijo de Francisca Lamas de Santa María de Noceda. Francisco Blanco, vecino de la parroquia de San Adrián de Madriñán, presentó por fiador al escribano de S. M. D. José María Crespo, vecino de Santa María de Noceda. José López, soltero y vecino de la parroquia de Santa María de Sanguñedo.
D. Manuel Troncoso de Almansa, Comandante Militar interino del Cantón de Lalín, concedió el indulto a: Francisco Blanco, vecino de la parroquia de Santa Eulalia de Losón. Manuel Ramos, soltero y vecino de Santiago de Meixome.
Comandantes isabelinos que impartieron sus órdenes e indultados en el Cantón de Lalín, en el año 1837:
D. José Ubiña, Capitán Comandante de la Columna de Operaciones del Cantón de Lalín, indultó a: D. Juan Otero, estudiante y vecino del lugar de Outeiro, parroquia de Santa Eulalia de Silleda, jurisdicción de Trasdeza.
D. José Domínguez, Capitán Comandante de la Columna de Operaciones del Cantón de Lalin, concedió el indulto a: José Negro, vecino del lugar de Areas, parroquia de Santa María de Guillar en la Jurisdicción de Camba. José Frade, labrador y vecino del lugar de Lamas, parroquia de Santa María de Noceda. Lorenzo do Barro, vecino del lugar de la Saburida, en la parroquia de San Pelagio de Lodeiro. D. Benito González, soltero, vecino de la parroquia de San Martín do Zello, de la Alcaldía Constitucional de Lalín. José Vázquez, vecino del lugar de Sanfíz, feligresía de San Pedro Félix de Amarante, jurisdicción de Amarante. Juan Varela, vecino del lugar de Esperante, parroquia de San Ciprián de Esperante, en la alcaldía de Ventosa. D. Ramón Taboada, vecino de la parroquia de Santa María de Noceda. Ramón Rodríguez, estudiante y vecino del lugar de A Laxe, feligresía de San Miguel de Bendoiro. D. Gabriel de Castro, estudiante, vecino del lugar de Cardexía y residente en Vilar do Rio, feligresía de San Miguel de Bendoiro. Pedro Martínez, soltero, vecino del lugar de A Laxe en San Miguel de Bendoiro. Pedro García, soltero e hijo de Manuel García difunto y de Dª Úrsula Taboada, vecinos del lugar y parroquia de Santa María de Noceda. José Abeledo, soltero, hijo de María Josefa Varela, viuda de Juan Abeledo, difunto, del pueblo de Lalín. Adrián Carballo, soltero, hijo de Benito y María Pérez, vecinos del lugar de Pedrouzos de Abaixo, feligresía de San Miguel de Bendoiro. Manuel Lodeiro, hijo de Ángel y de Francisca Ferreiro, vecino de San Félix de Quión. José Fernández, hijo de Ramón, difunto y de María Álvarez, vecino de la parroquia de San Juan de Vilanova, Alcaldía de Lalin. Domingo Fernández, hijo de José, difunto y de María Bernárdez, vecino de la parroquia de San Juan do Sisto.
D. Juan Rafael de la Torre, Comandante de Operaciones y de Armas en el Cantón de Lalín, concedió el indulto a: Francisco Miguelez, soltero, hijo de Andrés y vecino de San Andrés de Cadrón. Benito Núñez, vecino de la parroquia de San Juan de Palmou. Pedro Areán da Corredoira, soltero y vecino de la parroquia de San Juan do Sisto. Bernardo Mato, vecino del lugar de Mato, feligresía de Santiago de Meixome. Manuel Fernández, vecino del lugar y parroquia de San Andrés de Val en el ayuntamiento de Lalín.
D. Antonio María Graña, Comandante Militar del Cantón de Lalín, concedió el indulto a: Francisco Ferradas, mozo soltero, vecino del lugar y parroquia de San Martín de Maceira. José Fernández, soltero y vecino de la Casa de Carballude en Santa María de Bermés. Andrés Meijome, soltero, vecino del lugar de Balado, feligresía de Santiago de Sello. José Blanco, soltero, vecino de la parroquia de Goiás y residente en el lugar Do Balado en Santiago de Sello.
Comandantes isabelinos que impartieron sus órdenes e indultados en el Cantón de Lalín, en el año 1838:
D. Francisco Boán, Capitán Comandante Militar del Cantón de Lalin, concedió el indulto a: Manuel de Mato, soltero y vecino del lugar de Requeixo, en Santiago de Meixome, se le atribuye el haber pertenecido a la facción del Coruñés. Manuela Coego, soltera, vecina de la parroquia de San Juan de Anzo, aconsejada por el faccioso José López, le acompaño. Vicente Fernández, soltero, vecino de la parroquia de San Cristóbal de Camposancos, lugar de Mato, acusado de estar relacionado con el faccioso Noy.
D. Joaquín Díaz de Rábago, Comandante Militar del Catón de Lalín, concedió el indulto a: Francisco López Taboada, soltero y vecino de la parroquia de San Martin de Negreiros en el ayuntamiento de Tasdeza.
D. Javier Maria Mendoza, Comandante de la Izquierda del Ulla, residente en Lalin, concedió el indulto a: Manuel Regueira, vecino de Santa María de Guillar. Joaquín de Otero, de la parroquia de Santa María de Guillar, José Lameriro y José Pallares, de la de San Cristóbal do Az, en el distrito de Camba. Pedro Hermida y Benito Lamas, solteros y vecinos de la parroquia de Santa María de Pescoso, en el distrito de Camba. Manuel Vázquez, vecino del lugar de Adelán, parroquia de Santa María de Guillar.
Las escrituras de fianzas carcelarias otorgadas por el escribano Domingo Antonio Gutiérrez, nos permiten conocer el nombre de los Comandantes Isabelinos que impartieron sus órdenes e indultos en el Cantón Militar de Lalín, en los años 1836, 1837 y 1838 y tener una relación de los vecinos de la Tierra de Deza que fueron acusados de facciosos o estar relacionados con la facción, la mayoría pertenecientes a parroquias de los ayuntamientos de Lalín, Silleda, Vila de Cruces, Rodeiro y Dozón.
Fuente: Protocolos Notariales del escribano Domingo Antonio Gutiérrez, Archivo Histórico Provincial de Pontevedra.
Antonio Vidal Neira. Madrid, 05/06/2020
Historia de la Tierra de Deza 